Se propone la escolarización en centros ordinarios a aquellos alumnos con NEE para quienes se crea que requieren adaptaciones de acceso y/o significativas del currículo oficial que les corresponde por su edad, y cuando se considere que los alumnos pueden alcanzar un grado aceptable de integración social en un grupo escolar ordinario.
Para determinar la modalidad de educación a la que adscribir a un alumno, previamente hay que realizar una valoración pluridimensional en la que se atiende a los siguiente aspectos:
• Características personales del alumno
• Datos revelantes del alumno y su entorno
• Orientaciones para realizar adecuaciones organizativas y
curriculares
• Datos para uso administrativo y estadístico (no incluye por
escrito información que afecte a la intimidad personal del
alumno y de la familia)
[2]